Hipatia era un ser pensante. Los seres pensantes siempre son un insulto y un obstáculo para toda religión.
Hipatia habría sido tan feliz de la certeza de haber sabido de Galilei, de Copérnico, de Kepler...
Mientras Hipatia, allá en el siglo IV de nuestra era, buscaba y sufría por el conocimiento, los jóvenes y brutales cristianos incineraban el conocimiento.
Hipatia fue llamada: bruja. Uno de sus intrumentos de hechicería era el temible Cono de Apolonio.
Hipatia fue insultada y asesinada en Alejandría, cuando era ella lo más valioso de Alejandría.
A Hipatia se le rompía el corazón buscando la causa del invierno y del verano.
Los seres humanos del siglo XXI, somos afortunados de saber lo que hoy sabemos.
Las Escrituras las escribieron hombres, no fueron las palabras de dios alguno.
En nombre de la palabra de dios(que ordena silencio y sumisión a la mujer), de un dios inventado, se mató a una de las mujeres más resplandecientes de toda la historia de la Tierra.
Por los muros de las iglesias cristianas escurre lo mejor de la sangre humana.
"Todos somos hermanos", ese era el verbal y imperdonable hechizo de Hipatia.
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