Militarización y una guerra a largo plazo, esa es la cura al mal, dice Felipe Calderón y sus secuaces adictos a las estupideces.
El gobierno mexicano vive de idiotez en idiotez en idiotez. El universo podrá no ser infinito, pero es idiotez también, creer que el gobierno mexicano puede dejar, algún día, de hacer tantas idioteces.
Cuando Felipe Calderón se decida a hacer una autobiografía deberá titularla: UNA VIDA HACIENDO IMBECILIDADES.
¿Qué hay de malo en usar el cerebro aunque sea una vez?
¿Cuándo la estupidez asesinó a la racionalidad y al sentido común?
¿Desde cuándo las neuronas de Calderón se destruyeron?
¿Por qué no se analizan y se resuelven los problemas de raíz?
¿Desde cuándo hay criminales?
¿Desde cuándo los seres humanos nacen criminales y demonios?
¿De repente un dios malvado envió a México una plaga de criminales y de narcotraficantes?
¿Acaso millones de inservibles gobernantes no empujaron a la sociedad a la criminalidad?
¿Una sociedad no se convierte en una sociedad criminal a causa de gobiernos que sólo les enseñaron a ser criminales?
¿Una sociedad no se dedica a la criminalidad cuando la han abandonado a la ley de la selva?
¿Acaso los criminales gobernantes no forjaron generaciones y generaciones de criminales?
Nada importan las preguntas de un chiflado, el problema se va a resolver con más polícías y más armas, y a largo plazo.
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