Dijo Guevara el hermoso, viendo al África llorar: que en el imperio mañoso nunca se debe confiar.
Y dijo el Che legendario, como sembrando una flor: que al buen revolucionario sólo lo mueve el amor.
Dijo Guevara el humano que ningún intelectual debe ser asalariado del pensamiento oficial.
Debe dar tristeza y frío ser un hombre artificial, cabeza sin albedrío, corazón condicional.
Mínimamente soy mío, ay, pedacito mortal.
Silvio Rodríguez
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