sábado, 17 de diciembre de 2011

Soy ateo, y punto.

"Examinen fragmentos de pseudociencia y encontrarán un manto de protección, un pulgar que chupar, unas faldas a las que agarrarse". Y, ¿qué ofrecemos nosotros a cambio? ¡Incertidumbre! ¡Inseguridad!

Aunque me acerco al momento de la muerte, no me asusta morir e irme al infierno, o (lo cual sería mucho peor) ir a la versión popularizada del cielo. Espero que la muerte sea una nada, y por quitarme todo tipo de miedo hacia a la muerte estoy agradecido al ateísmo.

Soy ateo, y punto. Me tomó mucho tiempo decirlo. He sido ateo por años y años, pero de alguna manera sentía que era intelectualmente poco respetable decir que uno era ateo, porque asumía un conocimiento que no tenía. De alguna manera era mejor decir que uno era humanista o agnóstico. Finalmente decidí que soy una criatura de emoción además de razón. Emocionalmente soy ateo. No tengo evidencia para probar que Dios no existe, pero sospecho tanto que no existe que no quiero perder el tiempo.

Isaac Asimov

No hay comentarios:

Publicar un comentario