Gelman, como no te ibas a llamar Juan.
La música de una sola sílaba, arrojada.
¿Podría ser ahora, Juan, que suspendiéramos toda palabra dicha en voz alta, dicha en grito o dicha en escritura?
¿Podría ser que nos diéramos aquí mismo un abrazo a pleno sol en la plena noche?
¿Un abrazo fuerte pero sin dejar de caminar?
¿Un abrazo fuerte pero sin dejar de sembrar de memoria el presente?
¿Un abrazo fuerte, Juan, de los que duelen, pero sin dejar de semillar de memoria el futuro que nos parió?
Rodolfo Braceli
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