Oh queso, queso, queso.
¿Qué haríamos sin ti los vegetarianos y yo?
Te hago queso un monumento, una justa ciudad
“Quesonia” o “Käseland o “Chesseland”
tus súbditos lo decidirán
una ciudad mereces donde tus conquistados se reúnan en una fiesta alrededor de ti
y sus cantos sean las delicias que te den más sabor.
Pienso en las pizzas
que serían las pizzas sin ti oh caballero queso
una burla al paladar
una cachetada torpe de harina y jitomate inconsistente.
¿Acaso la quesadilla es tu dama, tu Julieta
tu Margarita, tu Beatriz, tu Laura, tu Penélope
la desquiciadora de tus miradas
la causa de tus misteriosas brechas
la que te hizo de tal suavidad?
Caballero queso
tu no pierdes en ningún mar ni en ninguna tierra
tus estandartes ondean aún en las almenas de cada casa
llegaste, viste, te derretiste y venciste.
Sin ti este mundo caería al sótano del Universo
donde lo sé
el Universo guarda queso para sus fiestas
donde junto a otros universos igual de inabarcables
igual que yo te están adorando.
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