Honestas e insuficientes Gracias Gea
en ti convergen los ríos que apagaron nuestra sed,
las nubes que regaron los suelos,
Tuvalú y la Micronesia,
la felina estrella fugaz,
el pasado, el presente y el futuro,
los pingüinos hechos abrazo en el frío,
el ensayo político de la nueva España,
las palabras dichas y no dichas,
el núcleo, el manto y la corteza,
el danzante mar,
el oxígeno de los árboles,
los seres con todas sus letras e idiomas,
el oboe cantado por Bach,
el acogedor iglú y los inuits,
el paralelo y el meridiano cero,
el reloj de Harrison,
los estudiantes que salieron a luchar y no volvieron a casa,
la altitud,
las sonoras frutas tropicales,
las inexorables catarinas,
nuestro sueño del cielo en la Tierra,
los remotos y divinos gatos,
el águila que descendió y que no se levanta,
la temperatura y la precipitación,
el sol y la luna,
el inescrutable Universo,
la China,
el Indo,
el infinito y la nada,
la otra vida que hay en los sueños,
el gorro que Maya hizo a su hermano Einstein,
las músicas: nuestros refugios,
los poderosos climas que determinaron la piel del hombre,
la ardua Xiucóatl,
las formas del relieve,
el amor de Julieta,
el estrecho de Vitus,
las ígneas, las metamórficas, las sedimentarias,
los exiliados que llegaron a su verdadero país,
los molinos de viento,
Livingstone y Stanley,
el poderoso león y las rayas del tigre,
los incansables obreros,
el calculo terrestre de Eratóstenes,
las primeras huellas del hombre escritas en Tanzania,
los mapas: guías de nuestros errantes pasos,
los errantes pasos humanos,
Rosa Luxemburgo,
el tiempo: nuestra materia,
el Mamut,
la imaginación que imagina imaginando,
los 40 años de la DDR,
Mao,
las máquinas,
el ser,
el manifiesto del partido comunista,
la erupción de los volcanes,
anita lava la tina,
el trece de agosto de 1521,
los fines,
la necia cicuta,
el pequeño y lejano Plutón,
la evolución de las especies,
el collar de Afrodita,
los agujeros negros,
cierta dolorosa casa azul,
el corazón del joven Werther,
el mapa de Ptolomeo,
la civilización de los Andes,
la Antártida de Amundsen,
la siempre dividida Alemania,
el siempre engañado México,
la electricidad que colonizó la noche,
las vastas y peleadas llanuras,
la anhelada justicia,
Magallanes y la isla Desolación,
el imprescindible Berliner Ensemble,
París,
la avena y los granos,
la peregrina paloma imaginaria,
los climas Af y Cw,
el infierno y el paraíso,
la canción del elegido,
la dignidad,
la Ilustración,
las bacterias,
los cosmonautas,
los serios buscadores de caminos,
el holismo,
la mandarina,
la caña de azúcar,
el oro,
el lejano oeste,
los vanos imperios,
las alas del Pterodáctilo,
Tácito,
el astrolabio,
los dientes de Drácula,
el cono sur,
las primeras caricias en el alba,
las heridas abiertas de África,
las heridas abiertas de América,
las heridas abiertas del mundo,
las bibliotecas que encierran lo que somos,
el pluviógrafo,
los maóris,
el sueño de la mujer de Nepantla,
la imprenta del alemán,
el barco que nos hermanó al mar,
el avión que nos hermanó al cielo,
el hombre lobo,
el río de Egipto o el Egipto del río,
el resplandeciente Sahara,
el monzón,
los huracanes o borrascas o tifones o willy-willys,
la revolución neolítica,
la hoz y el martillo,
la trompeta viva en Scarlatti o en un son
la magia de los tornados,
la nieve en el microscopio,
la ignota Amazonia,
la Palestina,
la ignorada Mesoamérica,
el llanto,
la cara paz,
la infinita esperanza,
la materia oscura,
el oro del Rin,
las espadas,
la Inglaterra,
la inolvidable y nostálgica CCCP,
los abrazos y su tremendo destino de no fundir cuerpos,
las piedras para las pirámides,
la rosa de los vientos,
Emily Dickinson,
los trabajos y los días,
cierto capitulo siete,
el humor que nos aligera la carga,
la ironía,
los holocaustos,
la tierra y libertad,
el Chomolungma,
la muerte sin fin,
Niedersachsen,
el deber de la verdad,
los temblores y las placas,
la bala para mí que recibió otro corazón,
la Pangea,
Balmung o Gram,
el unicornio,
las islas Privilof,
el pan,
el insustituible médico del cuerpo,
el insustituible médico del alma,
el insustituible médico del mundo,
el geógrafo,
aquella “Geografía” escrita y perdida,
los alimentos,
los hijos de Russ que no sabían que lo que pisaban era Rusia,
el realismo,
Puebla,
los telescopios,
el transiberiano,
la razón,
Ur,
Galileo,
el regreso de Odiseo,
la cima y la sima,
la tumba,
los tilos de Berlín,
la fosa de las marianas,
la ética,
el canto general,
Chile y Salvador,
la juventud: divino tesoro,
los vertisoles,
la primavera siempre tan luz,
la compañía de alguien querido,
Jonia,
los basaltos,
los puentes que pretenden unirnos,
los números,
las manos del campesino,
Ingeborg y Undine,
la biblioteca de Alejandría,
el hecho de ver una sonrisa,
la noche: la mejor mitad,
Andrómeda,
Pegaso,
las irreversibles despedidas,
Ernesto y Fidel,
el caótico DF mexicano,
las curvas de nivel,
el lugar de los coyotes,
la poesía: esa cosas liviana, alada y sagrada,
la televisión,
los satélites,
la brújula,
el siglo XIX,
la honestidad,
las isobaras y las isoyetas,
la ilusión,
los glaciares que sobreviven,
el saber y la sabiduría,
todo en un pálido punto azul
todo en un pale blue dot.
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