Muchas provincias eclesiásticas del norte del país y de otros muchos lados, están fuera de control.
¿Cómo resolverá Felipe Calderón, el cruzado contra los cárteles, ese problema satánico?
¿Enviará exorcistas? ¿Contratará a Van Helsing?
Ya se sabe, enviará policías bajo la bandera del beato Juan Pablo Segundo, enviará a su nuevo "sacerdocio cívico".
¡Gran idea! Menos de Felipe Calderón, el amante de la sangre, no podía esperarse.
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