Este es el beso de Constantin Brancusi, el beso que todo bloque de roca oculta. Sería imposible no adorarlo. Yo adoro este beso, pero qué puede valer la opinión de un chiflado tercermundista. Yo qué voy a saber de escultura, yo qué puedo saber de arte. Yo sólo soy(creo) un deforme bloque de piedra subdesarrollado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario