Dicen que es deliciosa, tan deliciosa como dejar a un tiburón mutilado, agonizando en el mar.
Los tiburones, todas las especies de tiburones están en un frágil estado de conservación.
Sin embargo la demente demanda existe y los hambrientos canallas dispuestos a hacer negocio también.
Hambrientos nunca faltarán en un mundo capitalista; canallas, menos.
Aproximadamente, 75 y 100 millones de tiburones son muertos cada año por el error de tener aletas deliciosas y su número crece anualmente, dementemente, en 6%.
Como si la riqueza del mundo fueran los billetes y no los tiburones(y no la vida de la Tierra).
La Tierra
una maravillosa y viva coincidencia en un universo inimaginablemente vasto
donde nos es imposible saber todavía si hay otro mundo para ir a matarlo.
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