miércoles, 25 de mayo de 2011

Enseñar cuesta la vida

La población de Afganistán es de más de 30 millones de personas. Solamente el 12. 6 por ciento de las afganas son capaces de leer y escribir. Únicamente una tercera parte de las niñas menores de 14 años va a la escuela. De esa insuficiente tercera parte, solamente 20 por ciento de ellas acuden a las clases con regularidad.

Los irracionales talibanes promueven ese desgraciado estado de cosas. Desde el 2001, los Estados Unidos han hecho poco contra ello. Bueno, nadie ignora que lo último que le interesa al gobierno de los Estados Unidos es la situación de las mujeres en Afganistán.

¿Cuántas maestras y maestros mandan los Estados Unidos para alfabetizar Afganistán? ¿Miles?

El director de la escuela de Porak, Jan Mohammad, fue asesinado el pasado martes, frente a su hijo, por la grave inhumanidad de dirigir una escuela para niñas.

Las amenazas de muerte a maestras y maestros son incesantes.

Tristísimo, ¿qué culpa tienen las niñas y las mujeres de vivir entre las armas y las ideas de los irracionales talibanes y entre las balas y la ambición petrolera-drogadicta del imperio estadounidense?

No hay comentarios:

Publicar un comentario