martes, 24 de mayo de 2011

Tlatelolco

No estoy solo en Tlatelolco esta tarde que No se olvida
me acompaña el determinante pasado
y el determinante sol de primavera
aquí Cuauhtémoc defendió al continente
defendió a Quetzalcóatl
defendió un idioma y muchos idiomas
músicas, costumbres, atardeceres
defendió noches con estrellas
croares y lluvias y canales
defendió todo
y con él estaban los jaguares y las águilas
pero no pudo defender y ganar
no pudieron o no pudimos
no pudo con las descorteses hordas corteses
no pudo detener el colonialismo
el robo más grande de la historia del mundo
y perdimos todos
el mundo perdió
y después volvimos a perder
perdimos porque las nuevas hordas de Ordáz
tenían tanques y balas y canallas soldados
y más canallas medios de manipulación masiva
y perdimos otra vez
perdimos el 13 de agosto de 1521
perdimos el 2 de octubre de 1968
perdimos el 19 de septiembre de 1985
y estos tres sangrientos crepúsculos
como tres sangrientos terremotos
están en el corazón de nuestra patria mexicana
latiendo
siempre


Sí, qué les digo, la ciudad está construida donde debiera haber un lago y donde volverá a haber un lago guste o no. Debajo de la ciudad pasa el drenaje más grande del mundo.





"Muertos, héroes y un presidente inexistente", sería mi primera plana.




Mi nota favorita en la pared de las notas:

"Ojalá que México siempre se uniera así,
no solo para los desastres naturales
sino para los desastres políticos."




Lamento lo que le ocurra a todo hotel.


Dos bloques del edificio Nuevo León no pudieron seguir siendo después del alba del 19 de septiembre de 1985.



Este gigante blanco se ilumina de noche, dicen que es como si un edificio se tornara en una constelación en medio de una ciudad-espacio sin estrellas.


Ya sea viejo o nuevo, nunca falta un checador. ¿Por qué será? No, no creo que el checador sea un invento de tortura de la edad media. Los checadores dejarán de existir el día que los seres humanos sean dignos de vivir sin gobiernos.





No puede ser posible que más mexicanos hayan pisado Disneylandia que este lugar frente a estas letras. Miento, sí puede ser posible, y es normal. Qué puede importar lo que pasó hace tanto tiempo. Qué aburrido.



Es nuestro deber(como estudiantes eternos) llevar una flor a Tlatelolco cuando vayamos a Tlatelolco.

Rosario Castellanos lo dijo bien: el banquete prosigió y sigue prosiguiendo.



Todos los estudiantes fuimos masacrados el 2 de octubre, porque ellos lucharon por todos los estudiantes.



Las paredes del edificio Chihuahua podrían contarnos cuánta sangre hubo el dos de octubre de 1968. ¿Quién podría decirnos si el Chihuahua no preferiría haberse derrumbado antes de haber visto lo que vio el dos de octubre?

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