“Si le pedimos a Dios un médico, le pedimos que sea un médico cubano”, sentencia dicha por un joven poblador de Fon Tortue, Haití.
El problema con el cólera todavía no es menor. Más del 50 por ciento de la población haitiana no tiene acceso a agua potable. Yo pregunto, ¿qué hizo el G8 en Francia para acabar con ese grave problema?
Mientras la OTAN bombardéa Libia, Cuba bombardéa Haití con médicos.
Esa es la resplandeciente diferencia entre un imperio y una república socialista.
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