¿No son narcotraficantes los sacerdotes, si viven repartiendo opio a la población?
¿Si en las iglesias, a plena luz del mediodía, se reparte opio, dónde están los que hacen guerras contras las drogas?
¿Dónde está, digamos, Felipe Calderón, para detener la opio distribución en las miles de billones de iglesias mexicanas?
Gracias a la guerra del General Felipe Calderón, 40 000 mexicanos están muertos sin derecho a la resurrección y el país vive en medio del miedo y al sur de la peor amenaza del planeta: el imperio norteamericano.
¿Felipe Calderón no debe hacerle la guerra al Vaticano?
En lugar de eso, Felipe Calderón fue al Vaticano a decirle a Ratzinger que visite México. Que su presencia calmará la violencia.
Tal es el nivel de incapacidad mental del señor Calderón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario